El temor a la palabra.


Siempre me ha parecido una exageración el temor al encuentro con el folio en blanco. Esta noche también me lo parece. El folio lo admite todo y ese es el problema: dejar impresa la palabra. ¡Es tan poderosa!

El escritor no tiene miedo al blanco de la hoja, sino a la palabra, especialmente a que se disuelva de cualquier manera.

Por ello seguiré siendo su dueño y no escribiré ni una, aunque sepa, al menos, por esta noche de luna llena.

2 comentarios:

  1. Creo que te entiendo, uno se niega en redondo a dejar "salir" a las palabras y que tomen forma; hace unos días, un amigo escritor, Danto Romero Sina, cuando me quejaba de que se resistía a tomar forma mi nueva novela, me respondió lo siguiente: "Por algo será, por algo será; deja, deja, que si se resiste, sus buenos motivos tendrá".
    Toda una lección..., ¿verdad, José?
    Feliz verano y un cordial saludo de nuestra parte, amigo.

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  2. Pues yo tampoco creo que se tenga miedo a un folio en blanco si no a cubrirlo de palabras que no signifiquen nada, que no marquen una antes y un después en ese folio.
    Pensar, madurar, despejar dudas, y lanzarse a veces cuesta años, por lo menos eso quiero pensar yo.
    Hay más lunas que días viviré yo, no pierdo la esperanza, pero de momento prefiero negarla.
    Un beso Maestro

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