Las palabras justas

  Las palabras justas.  Milena Busquets. Anagrama. 3a Edició. Agost de 2022.

 

És un diari de l'any 2021, post pandèmia, escrit sola davant el perill diu la contraportada del llibre. Crec que és una frase feta. Per suposat que escriure comporta risc. Conec alguns que després d'haver escrit un curt opuscle van rebre una lleugera crítica i no van tornar a escriure mai més. Però això només és un problema de psiquiatria que en res afecta, crec,  a l'autora d'aquest llibre de 134 pàgines que es llegeix amb molta facilitat i que està escrit amb devoció estètica, la qual cosa  és molt d'agrair.

El llibre el vaig comprar en Paris- València, una vesprada d'aquesta tardor estiuenca en què vaig eixir a passejar sense rumb i em trobi dempeus dins la llibreria. Una cosa que em sol ocórrer amb freqüència. Em va sortir a l’encontre a la prestatgeria de les novetats “Las palabras justas” i crec que se'm va il·luminar la cara.  Quan vaig llegir fa anys "También esto pasará" em va encantar l'escriptura de Milena, i fins em vaig atrevir a escriure una ressenya curta que vaig fer en aquesta mateixa pantalla.

Les paraules justes són una altra cosa, almenys m'ho sembla, o no del tot, potser.

M'agrada el seu to i la seva veu tan estètica, aparentment desenfadada de vegades quan no es conté, en la línia del metamodernisme. Borges està bé, però tant, tant, com que no.  Tornem a Chéjov, passem una mica de Rulfo i de Kafka de quan en quan i reivindiquem Proust.  Potser per això cal fer més caos i turbulències que deixin entreveure abismes que provoquen alguna emoció. Massa equilibri en les contínues oscil·lacions de voler viure enamorat per assolir el goig que hauria de ser imperible de follar, follar, follar. No obstant això, tot roman molt remansant, sense que arribem a saber què més o millor o pitjor podria haver passat, i un no pot menys d'imaginars'un món prometeic en el qual sempre, sempre, sempre es produeix la derrota i tornada a començar, encara que cadascú és molt lliure de somiar el que vulga i fins a creure-s'ho com si fórem déus,  encara que es pose en dubte en tot cas el paradís.

 M'han encantat "Las palabras justas" de Milena Busquets. Les he llegit amb avidesa en tres o quatre estones i la meua emoció ha consistit a gaudir de la seua boníssima escriptura. També m'ha donat ocasió a aquesta intermissió neuronal mentre escoltava Johnny Hodges. En aquest mateix moment: "Free For All" mentre pense en el diari de Milena a la que acabe de deixar en la prestatgeria acompanyada de Brines i Bukowski. Al pèl, la música.


jcll. Décembre 22

La luna llena, de Aki Shimazaki



La luna llena, publicada por Tusquets a primeros de 2022, es una novela de la autora canadiense de origen  japonés Shimazaki que desarrolla una historia tierna en apariencia en torno al alzheimer y la memoria no compartida, cuyos personajes son unos jubilados en una residencia para mayores. Su matrimonio perdura casi cincuenta años y en un momento determinado, en el curso de su experiencia normalizada en el asilo, por mor de sus hijos, con una demencia creciente, el recuerdo de unas vivencias no compartidas alteran el sentido  de toda su vida. Se tratará de construir una nueva relación, de reformularse la pregunta esencial. “Vivir qué significa”, preguntará la esposa desmemoriada al marido perdido en la incomprensión, que no sabe qué responder más allá de subrayar la complejidad de la cuestión. La respuesta está en tan solo cuatro palabras que no ha conseguido borrar el alzheimer.

No será la ópera magna de Shimazaki, pero sus más o menos ciento veinte páginas están escritas de manera cruelmente delicada, con una prosa sobria y fácil de leer, sin ninguna concesión a lo sensual y voluptuoso. La contención en la expresión del sentimiento logra que gane profundidad a través de la inquietante distorsión de los recuerdos.

Una lectura muy recomendable para entender, no sólo el mundo de la desmemoria que solo es el pretexto, sino también el de las relaciones interpersonales, a veces menos complejas de lo que se pueda pensar.

jcll. Octubre 22

Los secretos de la memoria.




Celso estaba equivocado. Pensaba que su soledad devendría triste y tediosa el día que no pudiera aceptarla con libertad y se la impusiera el espejo, cuando sus amigos le fueran abandonando porque se sentían viejos y cuando la amnesia de su mujer se fuera haciendo más patente día a día. Sin embargo, podía con ella, y quizás fuera menos dolorosa que sus achaques y dolencias, mientras su memoria se mantenía vigorosa a pesar de sus lagunas.

Celso se refugiaba en sus libros, en los que había escrito y releía con nostalgia y también de los que había hecho acopio durante años, amontonados en sus estanterías, pendientes de lectura. Estaba convencido de que mientras los sintiera vivos seguiría teniendo sueños, miles de sueños con los que vencer su soledad. Una soledad contra la que resistía también con algunas fotografías que siempre se quedaron a un clic de hacerlas desaparecer en la papelera del olvido. Sus nietos, a veces, le preguntaban por ellas cuando abundaba en su añoranza. Entonces solía contestarles que eran retazos de su historia. Lo que nunca decía era que muchas de esas historias que habían conformado su vida estaban en los libros que algún día tendrían que leer. Era una forma de aceptar su soledad, sostenida en sus secretos.

jcll. Octubre 22

Stoner contra Platón.



John Edward Williams (1922-1994) Escritor norteamericano. 
Ha publicado muy poco, pero su mejor novela se llama Stoner. Más que una gran novela, es una novela perfecta, dijo The New York Times. No es publicidad.  Se publicó en 1965. Existe traducción castellana y la ha publicado la editorial Baile del Sol para su colección narrativa en su quinta edición a propósito del cincuentenario. 

Doscientas cuarenta páginas que se leen con verdadera fruición, a pesar de que en la novela no hay entusiasmo, ni trance, ni pasión. Nada que propicie la catarsis de una vida intrascendente. Stoner, que así se llama el personaje, no es ambiguo, como no es ambiguo el ser ni la esencia. Su vida es pura renuncia a la locura socrática, a todas las promesas de los dioses, porque la realidad no se proyecta en sueños.

Ante la visión fantástica y fraudulenta de la vida que encarna el personaje de Lomax, que todo lo mueve y perturba con intención de permanencia y transgresión, Stoner no solamente no aspira a la inmortalidad, sino que rechaza explícitamente su deseo y prescinde de toda magnificación y de toda épica. Representa el suceder de lo doméstico y cotidiano. 

Stoner pasa por la vida y por la universidad de Misuri, donde enseña literatura inglesa, sin pena ni gloria, no dejando más huella que una mención o una dedicatoria en un libro que aparece en la biblioteca. Stoner representa el fracaso del sueño americano, tan platónico y turbulento.

De esa manera tan realista, John Williams da a luz una obra maestra da la que solo se vendieron 2000 ejemplares el año de su primera publicación, pasando casi de puntillas por la historia reciente de la literatura norteamericana y universal hasta transformarse, después de cincuenta años, en una novela de culto.

© jcll. Abril 2022

La familia Martin, de David Foenkinos.


La familia Martin, de David Foenkinos, editada por Alfaguara en 2021

 

La novela presenta desde las primeras líneas un pulso incierto que trasciende de un modo trágico la posibilidad de cristalizar un relato sin claves hermenéuticas tras la biografía o sus reflejos de una persona desconocida que deviene azarosamente, de manera intencionada desde el punto de vista narrativo, para el que se ofrece como testigo el propio narrador-escritor que finalmente resultará transformador a pesar suyo. 

Su único programa manifiesto es ver y narrar sin pretender implicarse. Primer interrogante con el que se topa el lector. 

Quizá, porque sabe que ello no va a ser posible, el narrador reitera de manera periódica esta intención. No puede ser de otra manera, toda vez que la confusión buscada entre narrador y autor es notoria, tanto que, entre el descriptivismo explicito y la inocuidad latente a la que se ciñe, aparece el espacio y el tiempo narrativo sobre el que discurren las historias de los personajes. 

Si inicialmente parece un remedo experimental al modo de Pirandello en su búsqueda de seis personajes para un autor, Foenkinos no es tan radical. Nada está terminado del todo, pero cabe terminarlo. Si para Pirandello no hay verdad absoluta, anclado en la eterna potencia que conduce al pesimismo. Para Foenkinos la potencia no es siempre en todo momento, sino devenir que tiene mucho de acto. Puro optimismo.

Encuentra las piezas de su puzle en el entorno de las relaciones de pareja donde desmadeja los grandes temas: la soledad, la traición, la enfermedad, el abandono, el abuso, la homosexualidad, la incomprensión.  Todo ello en un juego libre de intensidades que tiene salida.

La familia Martin es una buena novela que se lee con facilidad, y Foenkinos es un excelente escritor.

© jcll. Abril 2022.