“Los
que llegan por la noche”.
“Los que llegan por
la noche”, tienen que ver con el infierno de Dante. Al menos con la sentencia
novena del libro 2º de la Divina Comedia. Vicente Marco, como otro Virgilio, nos
guía por los caminos de la desesperanza. “Los que entráis, perded toda
esperanza”, pero no por una conducta viciada, como diría el poeta, sino por la propia existencia, insiste el autor de los cuentos.
Once relatos sin
esperanza, donde la lógica, lo que debe acontecer está fuera de toda regla. Lo normal,
la vida, es lo que ni puede ni debe ocurrir, y hay que subvertirlo, para que no
cunda sin absurdo. En el principio de cada personaje hay un pecado original por
el solo hecho de haber nacido y su voluntad no cuenta. Todo protagonista vivirá
su situación con un sentido de culpabilidad incomprensible. Culpable de ser. Lo
que contagia al narrador también, y al lector.
Al leer cada uno de
los cuentos, el lector no puede sustraerse al verse, como los personajes de los
cuentos, dominado por fuerzas extrañas contra las que la propia voluntad es
insólita. Nadie puede negarse a ser Juan Monterde, porque todo el mundo tiene
un cadaver debajo de su cama. Nadie puede dejar de ser Rández, ni se le ocurre
dar media vuelta y dejar al enviado de la Organización con la palabra en la
boca. Sería impensable. Sería dar pie a la esperanza. Cualquiera, huyendo de no
se sabe qué, acabará encerrado en un lugar sin salida. ¿Acaso no es eso la
muerte? ¿Y qué esperanza hay que pueda oponerse a ella? La muerte es otro referente de los que llegan
por la noche. La muerte de la que cada personaje quiere escapar cuando cae en
ella. Escapar para volver a la vida anterior siempre inacabada, ya que su
salida ha sido absurda e incomprensible.
Los que llegan por la
noche son seres desarmados, que sólo oponen la evidencia del absurdo ante el
ser poderoso que los maneja y a los que no escucha. Para qué, si todo está
escrito No hay respuesta para ello. Se
obedece y basta. Luchar por un destino que no les pertenece es el verdadero
absurdo. Así mueve Vicente Marco a esos personajes diáfanos, casi simbólicos por
los que como lectores tomamos partido, nos sentimos identificados.
Qué gran logro el de
este autor, que con su escritura fácil, sin alambiques, directa, con un talento
extraordinario para los diálogos, nos lleva por donde quiere. Se apodera de
nosotros con una fuerza poderosa y extraña. “Los que llegan por la noche” es un libro de
relatos imprescindible en el panorama literario del cuento breve. Publicado por
“Versos y trazos”, con una portada fascinante.
Leer los cuentos de
Vicente Marco ha hecho que me sintiera cerca de Virgilio y de Dante.