2013. Método



No creo en los propósitos. Acaban siendo causa de nuevas frustraciones. Y es que a cierta altura de la vida de uno ya todo es historia. En especial historia de los errores. Sin embargo para no cerrar ese libro, con cierto caudal de esperanza todavía, cabe pretender tenerlos: nuevos propósitos, nuevos errores y nuevas frustraciones que tejerán historia que añadir al libro. Al cabo lo que importa de verdad es el acontecer que se queda en la memoria. Y mientras acontece no hay arruga, sino vida. La arruga sólo es pasado.
Por causas que yo sé deberá ser, será bueno el orden y el método: Un solo libro, un solo escrito, un solo proyecto hasta el final, y vuelta a empezar, porque detrás de Alfa viene Beta, y detrás de Gamma, Delta, y Omega solo puede ser el final. Suena cartesiano, pero es eficaz.