La Chica de Kyushu de Seicho Matsumoto. Editada por Libros del Asteroide. La primera edición japonesa es de 1961. La edición española debidamente traducida es de 2017.
Me puse a leer esta novela después de haber leído algunas de las reseñas que
encontré sobre ella. Algo que no volveré a hacer con ningún otro libro.
Todas venían a decir lo mismo. Me dio la impresión de que solo un crítico
literario la había ojeado y el resto habían copiado su reseña.
En síntesis, decían que es una crítica social y una denuncia de la corrupción
política y moral en el Japón de 1960. Una historia sobre la injustica y la sed
de venganza.
Después de leer la novela creo que es una visión corta y sesgada. Al fin y al cabo,
la desigualdad frente al sistema judicial es la misma que frente a la educación
y a la salud pública. Con menos haberes, peores abogados, peores médicos y
peores maestros para los más desheredados en una sociedad capitalista, y ¿qué plantea
Matsumoto, la venganza como salida a esa desigualdad? Eso sería absurdo.
Creo que la novela plantea otro tema más importante, más propio en la tradicional sociedad japonesa: el tema del honor. “Mi
hermano ha muerto con deshonra… y usted ilustrísimo señor abogado podría haberlo
evitado”, dice la protagonista. Ese es el meollo de la novela. Da lo mismo
que sus honorarios fueran prohibitivos, que tuviera prisa o que lo esperara su
amante para jugar al golf. Bueno… cierto que el autor le dedica más atención a
la falta de dinero en el rechazo del caso. Pero abundar en ello es como pasar
la excusa “tamquam per ignem”. Que el
mejor abogado penalista de Tokio tenga que aceptar “amore iusticiae” todos los
casos de Japón para evitar posibles sinrazones y por ende sus propios
remordimientos me parece exagerado y fuera de lugar. Y, además, ser objeto de
venganza por ello. Infumable. Aquí se desmenuza un conflicto moral. El mensaje podría ser. Ojo con lo que haces o dejas de hacer, que te puede salir caro.
Hasta ahí el planteamiento es claro. Sin embargo, la resolución, para mí, es
forzada y poco creíble. Se resuelve a través de falsas casualidades y
la aparición de personajes dudosos. En ese momento la novela se torna inconsistente, da un salto que, no obstante, resulta brillante: La conversión del ilustre y
famoso abogado en un pobre hombre y la transformación pérfida de la inocente Chica
de Kyushu por la sed de venganza. Me ha
gustado el planteamiento y el final de la novela. El resto me ha dejado frio,
como fríamente escribe Matsumoto. Demasiado japonés este maestro de la novela negra
japonesa.
ã jcll. Noviembre 2017.