El
relojero del Real.
Bel Carrasco
(Valencia 1952) es periodista. Ha
trabajado para el diario “El País”,“Las Provincias”, “Levante, El Mercantil Valenciano” y
“Cartelera Turia”, medios de comunicación valencianos. Actualmente para el diario “El Mundo”, de manera especial en el área de cultura.
En diciembre de 2012,
Ediciones Atlantis publicó su primera novela titulada “El relojero de Real”, ambientada
en un pueblo valenciano del interior, en el margen del rio Magro, un escenario rural de primeros del siglo XX, y aunque seguramente
porque hay crímenes y muertos de manera violenta lleva el sello editorial de
la serie policiaca y negra, no entra dentro de dicho género. No hay una
investigación detectivesca, sino es el azar quien va sacando a la luz las
consecuencias de las atrocidades que tuvieron lugar un día de octubre de 1899, y
el que dará solución igualmente a lo que va sucediendo. También hay amor,
pasión, admiración por la naturaleza y afecto por los animales, pero sobre todo
un recurso a la memoria que da pie una amistad entre dos personajes que
convergen en su humanidad aunque sus ideas y sus maneras de pensar sean
absolutamente dispares. Este es uno de los mayores logros de la autora, que
exhibe a las claras el excelente hacer de una pluma muy bien afilada en su
profesión.
Son dos los
personajes que soportan el peso del relato, a los que la autora ha dotado de
una empatía que conmueve al lector obligándole
de buen grado a tomar parte en sus vidas. Otros dos personajes, tan igualmente
dispares en sus perfiles sicológicos, son el complemento que viene a dar
solidez a las historias de cada uno de los primeros.
La novela se
construye sobre tres enigmas que se van enlazando como si se tratara de un
encaje de bolillos y con la misma sensibilidad y delicadeza que exige esta
labor. Bel resuelve la historia de una manera muy amena y no exenta de un humor
fino y de una ironía ancestral, con un léxico muy rico, que abunda en palabras
que pertenecen a aquel ambiente rural y a aquella época y que hoy, el progreso
y la tecnología, lamentablemente, han hecho desparecer poco a poco. Para los lectores de edad madura que conozcan
o hayan vivido dicho ambiente rural es muy probable que remueva posos de nostalgia.
La lectura de “El
relojero de Real” engancha de tal manera que se lee con avidez. Uno de los
mejores elogios que cabe decir sobre un libro de ficción.
©Preludio. Enero 2014