Reseña literaria de J.J. Calvo Almeida sobre "El fiel torcido de la balanza"

Publicada en la web de Cantoria Hipponensis aparece una reseña sobre la novela "El fiel torcido de la balanza" escrita por J.J. Calvo Almeida, que hace una disección muy acertada sobre los temas sobre los que discurre el libro. Desde aquí quiero agradecer al autor de la reseña Juan J. Calvo Almeida la visión tan interesante que aporta de la novela, y también a Cantoría Hipponensis por la inclusión en su web.

http://www.cantoriahipponensis.com/index.php?id=1883&pg=0


RESEÑA  LITERARIA. EL FIEL TORCIDO DE LA BALANZA.- José Carrasco LLácer.- Edit. La Fábrica de los Libros.- 390 págs. con prólogo a cargo de Bárbara, Fernández Esteban.

Una novela valiente porque se atreve a poner en tela de juicio un tema un tanto sacrosanto y siempre criticado pero poco o nada puesto en solfa: los premios literarios.
El autor nos mete en una trama  donde se conjuga lo personal, la amistad, la venganza, el amor, el dinero e incluso la religión. En resumen casi todo lo que anda rondando en torno a la vida de los mortales.
Los personajes, presentes y ausentes, se ven movidos por una u otra pasión y sus vidas se entrelazan influyendo los unos en los otros con un resultado sorprendente.
El autor utiliza, al principio, la técnica del feedback lo que desorienta un tanto al lector, claro que esto es un medio para que éste asimile el estado de ánimo del protagonista. Desorientación que se va aminorando o reduciendo  a medida que el protagonista se  centra y analiza el problema y otro tanto le ocurre al lector.
Es importante el peso que tiene la música en toda la novela. Los diferentes estados de ánimo del protagonista se ven reflejados y, a la vez, acompañados de una pieza musical clásica o moderna.
El capítulo 15 sería un buen ejemplo de cuanto decimos respecto a la música con un cierto regusto becqueriano que al lector le recordará mucho la famosa leyenda  “Maese Pérez el organista”.
La geografía, apenas representada, nos sorprende con sus cambios un tanto bruscos: Suecia y el Báltico, Marruecos y Casablanca, España y Madrid y Barcelona. Parece como si el paisaje acompañase al protagonista. Fundamentalmente son paisajes urbanos y aunque, en principio, parecen iguales son diferentes como también lo es el estado anímico de Gonzalo, el protagonista.
Junto a la trama principal - un envenenado premio literario - aparecen otros temas, llamémoslos secundarios que reflejan la vida diaria actual; temas prosaicos, del día a día, pero no por ello menos importantes y que afectan a nuestro personaje principal como nos afectan a cualquiera de nosotros: el estrés, el ajetreo de la gente en aeropuertos y estaciones de ferrocarril; el tema del divorcio o la separación con los consiguientes enfrentamientos y malhumor; las relaciones padres-hijos, quienes nunca acaban de entenderse; la muerte de un ser querido, cosa que no tiene vuelta atrás; la traición de un amigo; una herencia y las tensiones subsiguientes…

El lector se va encontrando con la vida a través de los personajes y de su interacción, de modo que más que una novela el lector se enfrenta, gracias al protagonista, a situaciones que posiblemente no le sean ajenas, a problemas de la vida misma, de hoy en día.
La tragedia surge desde un primer momento y la persona ausente se transforma en coprotagonista, desde esa misma ausencia, como si actuase en la sombra, como si fuera uno más en el juego de los personajes que interactúan a lo largo del relato. Su ausencia se produce y se presenta como de actualidad, como si se tratara de una noticia de telediario, como algo casi normal en nuestros días, pero será la causa de una conmoción en la vida de sus más allegados.
Los componentes de Cantoría Hipponensis creo que disfrutarán con las páginas de esta novela si conectan con la música - cosa no difícil de lograr - que el autor va proponiendo a lo largo del relato.


                                                                                  Juan J. Calvo Almeida.



La vida como resistencia.-


Vivir es resistencia ante lo adverso, el recurso para seguir a flote en los momentos difíciles, y en consecuencia mecanismo de conservación. Al parecer, todo  transcurre al modo de una travesía oceánica en un sucesión encadenada de calmas y tempestades, momentos  de tranquilidad y alegría, de mar llana, a la que suceden tiempos  de intranquilidad, momentos de tristeza, instantes de angustia, lapsos de desesperación, propios de mar embravecida, que  requiere del coraje y  la lucha para no fracasar ante la acometida de lo que preanuncia muerte, hasta que a la tempestad suceda de nuevo la calma, la recuperación de la energía y la risa.
Salimos de la adversidad, en medio de la contingencia, tanteando soluciones entre muchas, y todas precisan del esfuerzo. Nada se obtiene si no es a costa de un precio, a veces alto y doloroso. El esfuerzo como motor para progresar en la travesía de vivir. Es lo que nos va puliendo.
© Preludio.12/12/13








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