El
animal moribundo es la historia de un glamuroso profesor
universitario y crítico cultural muy mayor
y “vulnerable a la belleza femenina”. Utiliza la fama para seducir a sus
alumnas en cuanto dejan de serlo. Una de esas alumnas, mujer ideal para caer en
la red del profesor, por su devoción hacia la cultura, es la clase de
persona, “que encuentra arrebatadores a
los impresionistas, pero que debe mirar inquisitivamente y durante largo rato
(y siempre con una sensación persistente de aturdimiento) un picasso
cubista, tratando con todas sus fuerzas de entender la idea”. ¿La razón? “El
arte que huele a modernidad la deja no solo perpleja sino también decepcionada
consigo misma”.
Aunque el
protagonista y narrador se recrea en la descripción del cuerpo de la muchacha y
en el relato de sus encuentros íntimos, Consuelo deja de ser una conquista más
para convertirse en la obsesión de un hombre celoso que se aferra al sexo como
defensa contra la muerte.