El collage de Orson Beans, de Vicente Marco. Reseña


Te gustará. Seguro. Es de los autores que escriben como a ti te gusta, me dijo mi librero José Luis Rodríguez, en Bibliocafé, mientras me ponía en las manos “El Collage de Orsson Beans”. Además fue finalista del premio Ateneo de Valladolid”, añadió.

Todavía estaba ojeando su extraña portada, tenebrista, que me llevó a acordarme de José de Ribera, el Españoleto —que casualidad—, me trajo otro libro de Vicente Marco, también de sugerente portada.  Llévatelo también y ya me dirás. ¡Qué raro que no conozcas “Los que llegan por la noche”!

Pero de este libro de relatos hablaré otro día.

Me los llevé expectante y comencé a leer de inmediato los dos a la vez. Del  libro de relatos sólo diré que fue fácil dejarlo después de primer cuento, porque como cada cuento, acaba en si mismo. Leí el primero a la espera de deponer testimonio en una vista judicial, y cuando entre en la sala y el Sr. Fiscal me vio el libro, no pudo apartar la mirada del mismo, y me entró miedo, por si me decía que me llamaba Juan Monterde, que había nacido el seis de marzo de 1966, y que había matado a un hombre. Escondí el libro en mi bolso, pero el fiscal no dejó de mirarme.

De la novela no pude desprenderme y eso que ese collage, siendo tan barroco, no es de fácil lectura, lo que no significa que no resulte atrapante.  El arte no debe explicarse ni tampoco aventurarse, nos dice el narrador de la novela. Tanto más, cuanto más excelso resulta y este collage resulta. Es cierto que es una novela de ida y vuelta continua, como todo cuadro barroco, por más que pretenda ser abstracto, además preñado de luces y sombras, de esencias y de apariencias al estilo de Caravaggio, o mucho mejor del Españoleto, dos pintores de la contrarreforma. El Españoleto de Vicente Marco teje su obra en el mismo corazón de la tierra de Calvino, como contraste con está nuestra que se incendia y nos incendia a todos, de la que huimos.

En un país donde sólo es lo que és, lo que se toca, y se mide, Vicente Marco urde una historia donde nada es como es, nada es medible, ni cuantificable, ni siquiera lo que pudiera parecer a primera vista. Todo tiene dobles y terceras lecturas, porque la esencia de las cosas es no ser lo que parece.  

Desde el punto de vista literario me parece una obra fantástica en todas las acepciones que la Real academia atribuye al adjetivo.  Es un texto quimérico, fingido, que no tiene realidad y consiste solo en la imaginación. Perteneciente o relativo a la fantasía. Es presuntuoso y entonado, pero también es excelente y magnífico. Añadiría que es atrevido, muy atrevido, innovador y  que rompe muchos de los esquemas de la novela convencional. Es muy sorprendente.  

Sin embargo no cabe etiquetar a Vicente Marco en ninguna fantasiosa generación de escritores, sino solo en la de la buena literatura, aunque no viva ni en Madrid ni en Barcelona, sino en Valencia.

Otro día hablaré de los cuentos.

Preludio 2012 ©




4 comentarios:

  1. Me alegra que te gustara. Nos vemos. José Luis (El librero)

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  2. Hola José,

    Me gustaría comentarte una cosa por privado, si fuera posible.

    Saludos,
    Carlos.

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  3. Una magnifica reseña la que nos traes de este autor que es desconocido para mi. Tienes suerte de tener a José Luis de librero, mi librera solo me recomienda los libros más caros, menos mal que no le hago mucho caso y me dejo influenciar por buenos lectores como tú. Esperaré a ver la reseña que le haces del libro de relatos.
    De todos modos, lo que sí que tengo ganas de leer es tu novela.

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