Mucho de Kureishi


Descubrí por casualidad a Haninf Kureishi en octubre de 2008.  Estaba yo en la estación de Atocha a punto de tomar el tren camino de Barcelona y precisaba de un libro con el que entretener la travesía. Sin apenas tiempo que perder, en apenas unos segundos, y sin más criterio que su portada, compré «Algo que contarte». Nada había leído de ese escritor inglés, de origen paquistaní, del que, entonces, me enteré que tenia, a la sazón, publicados, no sin éxito de crítica, varios libros. La lectura me atrapó y el viaje se me hizo corto. En aquel libro, sobre un amplio panorama social e histórico vinculaba la vida erótica en los grandes cambios políticos y económicos. 
            Hace poco, me pasó casi lo mismo en la Estación de Barcelona, donde compré «Nada de nada» del mismo novelista, su última novela publicada por Anagrama a fines de 2018, y de nuevo ha vuelto a sorprenderme gratamente al recordarme sus temas y sus maneras el estilo de Philip Roth. Kureishi hurga aquí, con humor y cierto sarcasmo, en las tribulaciones de la vejez y la decadencia personal relacionadas con la infidelidad y los conflictos sexuales en unos personajes que no pueden dejar de ser patéticos. Resulta una lectura enojosamente placentera, cuya bondad avalan sus casi 180 páginas. Llegué a la última y al cerrar la tapa del libro, después de pasar la mano sobre ella como una caricia, desplegó en mí una amplia sonrisa, que me duró hasta que me subí al taxi, que me llevaría a mi hotel, desde la Puerta de Atocha.

©jcll. Enero 2019. 

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