Me encanta el sonido del saxo tenor de
Joe Lovano y la música al piano de Hank Jones. Si a ella, el canto de un grillo
pone un contrapunto, el alma se templa en la noche mientras se acorta. Venus reluce en el cielo y Casiopea espera que la luna pase de largo camino de la aurora. El grillo calla en el solo de Hank y luego replica a Lovano como si dialogaran a cuatros. Lovano no se corta. Genial la noche a la que se unen los ladridos lejanos de los perros. No hay mejor jam session para este martes que empieza.
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