Medusa. La última novela de Ricardo Menéndez Salmón.


Medusa, la última novela de Ricardo Menéndez Salmón, todavía con la tinta fresca,  es una novela de impacto en las conciencias, cuyo mayor logro, desde mi punto de vista, es hacer bienaventurada la literatura. No porque dé respuesta alguna, sino porque vomita todas las preguntas, aunque ciegue toda esperanza en la condición humana.
          El siglo XX, que no ha sido el de las luces, sino el de la oscuridad como horror en el peor sentido conradtiano, ha sido, sin embargo, el siglo de la imagen como testimonio de la realidad que nos rodea, a través de la fotografía, el cine y  la televisión. Pero, no una imagen inocua, o aséptica, que no le hubiera bastado al protagonista de la novela, sino, una imagen artística, siendo ello su peculiar virtud. La imagen de la desdicha, el espanto, y la maldad humana gestionada de manera  primorosa y eficaz por Prohaska, un hombre incógnito, sin rostro, cuya biografía, ha rescatado Ricardo Menéndez del subconsciente de la  memoria de la humanidad. Un personaje contradictorio en su perfil sicológico, cuyo modelo se reproduce con más frecuencia de lo deseable en hombres ruines cuya obra admiramos. Por una parte, es una figura impía, sin emoción, “borderline”, y por otra, ostenta afectos contrastados. Dicho sea a modo de ejemplo: Un nazi sin vocación, llamado a serlo, amigo de un judío. Pero que nadie piense que va de ello la historia.  Eso es sólo anécdota.
          Su personaje  nos presentará  la maldad en su esencia, sin siquiera procurar evitarla,  quizás por la razón de que la maldad es esencial a la condición humana, inevitable, y por ello, no es que sea baldío ocultarla, sino que en necesario mostrarla. En su trabajo no hay moralidad, sino belleza y eficacia por más cruel que sea. El Siglo XX con su portentoso adelanto técnico y científico ha sacado lo peor de nosotros mismos. Eso es retratable de manera exquisita, aunque resulte pavoroso. La realidad necesita ser conocida, cierto, pero volvemos a preguntarnos si nos vale la estética cuando, “velis nolis”, es imposible la ética para el hombre anodino que somos, para el hombre sin rostro.
          Ricardo Menéndez Salmón, con una prosa muy elaborada, exacta, preñada de metáforas poéticas y comparaciones necesarias que dejan al aire la superficialidad, a veces, de la palabra, nos trae su nueva novela: Medusa (Seix Barral). Una novela corta e intensa cuya lectura se hace imprescindible en el conjunto de su obra, como parte de la trilogía del mal.  
          La inteligencia del título al final del libro es el broche que cierra la historia con ansias de mito. Al revés también, aunque el mito vuele raso.

©Preludio  09/2012

         

4 comentarios:

  1. Mágnifica reseña que invita a la lectura de MEDUSA. Soy aficionado a leer reseñas y puedo decirle que pocas veces las he encontrado tan buenas como las suyas.

    Felicidades.

    Luis M.

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  2. Muchas gracias, Luis M., por tus alentadoras palabras. Me alegro de que mi reseña anime a la lectura de Medusa. Es un buen libro, sin ninguna duda.

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  3. Me parece una buena recomendación que coincide con otros comentarios sobre esa novela. Me has convencido para que la lea.
    Un abrazo

    Bárbara

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  4. Buenas noches. No he leído aún la novela pero la tengo en mi estantería para hacerlo. He visto en el facebook su enlace para llegar a la reseña. Ni que decir cabe que me ha dado el empujón que necesitaba para iniciar esa lectura.

    Saludos. Su blog es muy interesante.

    Robert M.

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